Mi nombre es Diana Poblet y soy traficante de palabras.
Nací a orillas del Río Negro y he vivido en lugares diversos para ahora escribir desde Capital Federal, Argentina.
Llegué hasta aquí con las alforjas repletas de poesía para compartirlas con vos.
Algunos creen ver en mí una claridad de llama porque ilumino con palabras sus rincones clausurados.
Ignoran los espejos linternas que fueron necesarios para crear esta apariencia reflejo y llama.
Desconocen los inviernos que recosté en el olvido por entibiar algo de magia.
Llegué a confundir compañía con exceso de ausencia.
Busqué en calles, en plazas y hasta en bibliotecas hasta que una tarde, exhausta, sentada a las orillas del suicidio, te encontré en mí, justo ahí adonde jamás te había buscado.
No necesité libracos para discernir teorías ajenas sobre la luz.
Hay quienes creen que alumbro aunque sólo reflejo lo que otros alumbraron.
Hasta aquí llegamos Ellos y Yo REMONTANDO SOLES, reconociéndonos en la palabra. Acostumbramos pasar algún tiempo sin vernos, por eso inauguré este café de silencios en el que siempre encontraré palabras abrazadas.